domingo, 22 de enero de 2012

Sinopsis

En pleno siglo XIX, científicos, aventureros y aristócratas adinerados se adentran en los parajes agrestes de los Pirineos. Uno de aquellos pioneros, romántico incorregible con sensibilidad de poeta, fue el conde franco-irlandés Henry Russell, viajero compulsivo que, según algunos, sirvió como inspiración a Verne para el personaje de Phileas Fogg (La vuelta al mundo en ochenta días). Su fijación por la cordillera, que llegó a convertirse en obsesión, le llevó a alcanzar cimas nunca antes holladas, así como a apartarse de hábitos mundanos y a renunciar a una existencia fácil y acomodada que le correspondía por linaje. Recorriendo los territorios de las alturas, encontró la dicha y la libertad que no hallaba en los espacios de la civilización.

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